El chorizo chuquisaqueño dejó de ser una característica regional para volverse el parámetro de sazón con el que se mide a los demás embutidos bolivianos. “7 Lunares” es el nombre y apellido con que se reconoció a esta exquisitez. La historia, que se remonta al inicio del siglo pasado, es conocida: una chola atractiva, cuya peculiaridad eran siete lunares en su faz, fecundó este negocio que, tras cinco generaciones de mujeres, hoy es un patrimonio regional, y hasta ahora tiene su local de venta en el mercado de Sucre.
INGREDIENTES
- 1 Kg. carne de cerdo molido, 1 Kg. tripa gorda de res
- 1 cuchara de: perejil, orégano, hierba buena.
- 2 tazas de cebolla verde picada.
- 1 pizca de: azúcar, cáscara de de naranja raspada, ají colorado molido, canela y sal, 6 papas y lechuga.
PREPARACIÓN
Lavar bien por fuera la tripa, dar la vuelta y raspar asperezas, limpiar bien hasta que esté transparente. Tomar una de las puntas de la tripa y amarrar fuerte con el hilo de cáñamo.
Aparte, en un recipiente, mezclar bien la carne, los condimentos, y demás ingredientes.
Embutir este preparado en la tripa, quedando la mesa compacta y después de quedar bien embutido, torcer la tripa dos veces y volver a embutir con espacio de un centímetro, nuevamente llenar diez centímetros, hasta terminar la masa. Cerrar amarrando con el hilo.
Hacer cocer papas blancas enteras y peladas, en agua hirviendo con sal. Deshojar la lechuga, lavar hoja por hoja y picar finamente.
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